Agencias.- De seguir con la tendencia actual, para el año 2050 más personas morirán debido a las bacterias, que por enfermedades crónico degenerativas, como el cáncer, la diabetes o el VIH”, advirtió la doctora Norma López.
La especialista señaló que “son las bacterias –y no los seres humanos ni los animales– las que se vuelven resistentes a los antibióticos. Las bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones que se vuelven cada vez más difíciles de tratar”.
Y es que con el descubrimiento de la penicilina en 1928 –cuando Alexander Fleming halló casualmente sus propiedades antibióticas– inició la era en que la lucha contra las bacterias parecía inclinarse a nuestro favor; sin embargo, las enfermedades infecciosas aún son causa importante de mortalidad y morbilidad en el mundo.
La doctora López Turrent, médico por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), refirió que “los antibióticos son medicamentos utilizados para prevenir y tratar las infecciones por bacterias, frecuentemente localizadas en el aparato respiratorio, vía urinaria y piel. Si bien estos fármacos muestran una alta seguridad y tolerabilidad, que los hace muy eficientes, su uso excesivo e inadecuado ha generado resistencia bacteriana.
“Aunque es cierto que cada día se desarrollan medicamentos, al mismo tiempo surgen nuevos agentes infecciosos y nuevos mecanismos de resistencia, por ello es necesario un cambio urgente en la forma de prescribir y utilizar los antibióticos porque puede afectar a cualquier persona, sin importar edad, sexo y origen”, agregó.
La resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad. Al respecto la doctora López refirió que, “de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el caso de la neisseria gonorrhea el tratamiento cuesta menos de un dólar, pero en el caso de cepas resistentes, el gasto puede ascender a siete dólares, dependiendo del tipo de medicamento usado, por otro lado en los episodios de neumonía el tratamiento eleva los costos de 11 a 90 veces más”.
Ante esta situación se recomiendan algunas medidas que ayudan a reducir la propagación de las infecciones como:
- Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un médico.
- No utilizar los antibióticos que hayan sobrado de otros tratamientos o procedentes de familiares, amigos, etc.
Prevenir las infecciones mediante la vacunación, el lavado de manos, la seguridad durante las relaciones sexuales y una buena higiene alimentaria.
Source: LDH