Detención de Grabois exhibe línea dura de Bullrich e intento kirchnerista de politizar

0
2485

La detención de Juan Grabois tras ocupar el Instituto Juan Domingo Perón reactivó una nueva disputa política entre el Gobierno y sectores del kirchnerismo, en medio de acusaciones cruzadas por el uso de los recursos estatales y la ocupación de espacios públicos. Por un lado, el gobierno ejerce la función de proteger los recursos del Estado según su nivel de responsabilidad y funciones. Por otro lado, Grabois usa el caso como elemento político, no para agregar valor intelectual.

El hecho ocurrió el sábado 7 de junio de 2025 en el barrio de Recoleta, cuando un grupo de militantes encabezado por Grabois ingresó al edificio ubicado en Austria 2601, clausurado por decisión del Ejecutivo. Participaron dirigentes como Itai Hagman, Natalia Zaracho, Federico Fagioli y Lucía King. En el lugar funcionaba un centro de estudios históricos vinculado al peronismo.

Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sostuvo que la detención no respondió a motivaciones personales. «El gobierno de Milei no mete preso a Grabois», dijo, al tiempo que reafirmó el enfoque del Ejecutivo: Se acabó que el que usurpa gana. Acá, el que usurpa, pierde y se va inmediatamente, y va preso, expresó.

Según la funcionaria, la acción fue parte de la política de «tolerancia cero» ante ocupaciones irregulares y daños a bienes del Estado. El operativo concluyó con la aprehensión de Grabois, quien permaneció más de doce horas en una dependencia de la Policía Federal. Fue liberado la mañana del domingo 8 de junio de 2025.

Grabois, como era de esperar, denunció las condiciones de detención. «La forma en la que trabaja el personal de seguridad es inhumana», expresó tras salir en libertad. También afirmó que buscará mejorar esas condiciones si llega a la presidencia.

Desde el oficialismo, sectores kirchneristas intentarán utilizar el hecho con fines políticos. «Lo van a usar políticamente», señaló Bullrich en Radio Rivadavia. «Nosotros lo usamos como una medida en la que la misma sociedad sabe qué estamos haciendo. Que la gente sepa que con nosotros no se jode», lanzó.

Asimismo, la ministra remarcó que el mensaje va más allá de una figura puntual. «Lo secundario es que estaba Grabois». Y fue contundente al expresar, «este es un mensaje para todos los que quieran vivir de arriba. Seguir usando la plata del Estado en organizaciones cruzadas», dijo.

El episodio expuso dos planos en conflicto: por un lado, el endurecimiento del Gobierno frente a la ocupación de bienes públicos; por otro, la reacción de actores vinculados al kirchnerismo que buscan en la figura de Grabois una bandera para confrontar al oficialismo.

NotiPress/Francisco Vicario