Joaquín “El Chapo” Guzmán vio hoy por primera vez a sus dos hijas durante el juicio que enfrenta en la corte del distrito este de Nueva York por cargos de narcotráfico.
Las niñas, conducidas a la sala del juicio por la esposa de Guzmán, Emma Coronel, y la abogada Mariel Colón, se presentaron unos minutos luego de que iniciara la audiencia de este jueves, la última antes de la pausa de las fiestas decembrinas.
Al verlas, Guzmán reaccionó con una sonrisa, saludando con la mano, haciendo gestos de besos y de aplaudir en silencio, celebrando su presencia. Guzmán incluso se levantó de su asiento, por lo que un alguacil pidió que retomara su lugar.
En un momento, los ojos de Guzmán se llenaron de lágrimas, y de la felicidad manifiesta su rostro pronto se tornó en un rictus de tristeza.
Las niñas, Emaly y María Joaquina, gemelas de siete años de edad, comenzaron luego de unos minutos a responder con las manos los saludos de su padre. Ambas vestían de la misma manera, con un abrigo blanco y una diadema con un moño.
Mientras que un oficial de la policía de Colombia declaraba en torno a un decomiso de armas y cocaína ocurrido en el departamento de Nariño, Guzmán miraba a cada momento a las niñas, a quienes saludaba constantemente.
Guzmán incluso agradeció con un pulgar alzado cuando un reportero se movió para despejar el campo de visión hacia sus hijas. Los tres abogados y sus asistentes también miraban a las niñas, sonrientes.
El jurado reaccionó también a la escena, en especial las mujeres, que se mostraron asimismo conmovidas.
Guzmán ya había visto a las niñas en visitas en su prisión en Estados Unidos, además de que las gemelas también habían acudido a las audiencias previas al juicio.
Las niñas sí pueden tener un contacto limitado con Guzmán, a diferencia de Coronel, que no ha tenido un contacto físico con el acusado desde su arresto en 2015.
Source: LDH